Los ñoquis no son difíciles de hacer, aunque llevan algo de tiempo. Aquí podéis ver cómo se hacen.
La primera vez que los probé, fue hace muchos años. Los compré por recomendación (tienes que probarlos, me decían.) No tenía ni idea, de qué eran, ni cómo tratarlos (pobres), y los hice como la pasta. Es decir, hervir, hervir y hervir.
El resultado fue decepcionante. Los ñoquis, estaban superblandos y se pegaban entre sí, formando una masa fea y desordenada. Decidí que no me gustaban. Nada. ¿Quién querría comer eso?
Por suerte, el tiempo todo lo pone en su sitio, y, cuando conocí a mi novio, me preparó unos ñoquis con salsa de roquefort, que hizo que mi precipitada e injusta opinión sobre estas pequeñas delicias, cambiara radicalmente.
Oye, que cosa tan rica. Son como las fajitas o las hamburguesas… mi nuevo favorito.
Esta receta se llama “Ñoquis con salsa de queso Roquefort”, pero, tal y como la hacemos en casa, debería de llamarse más bien, “Mar de Roquefort con ñoquis a la deriva.”
Si no queréis tanta salsa, podéis hacer menos ó comer más personas. No seáis tan brutos como nosotros, o mejor, sí, sedlo ¿por qué no? Así disfrutareis de este plato tal y como es. Decadente, delicioso y deleitante.
La receta para preparar los ñoquis sin gluten la tenéis aquí.
- Ñoquis Sin Gluten
- Nata, 1 tetrabrik pequeño
- Queso Roquefort, una cuña
- Pon la nata a calentarse, en una sartén, a fuego suave.
- Cuando esté caliente añade el roquefort, y remueve hasta que esté perfectamente mezclado. Añade más o menos, según tu gusto.
- Echa los ñoquis en la sartén y no los remuevas, para que no se rompan. Menea la sartén hasta que estén cubiertos al completo.
- Apaga el fuego y déjalos reposar unos minutos, como la buena paella.
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